Este artículo complementa al que escribí hará unos meses sobre el mismo tema. Intenta dar respuesta a los factores que inciden en el rendimiento, las fases del estudio y la potenciación de la memoria.
Para mejorar el estudio, es fundamental tener en cuenta:
  1. Planificación: para poder rendir adecuadamente, nuestra mente tiene que estar equilibrada y ordenada. Por poco importante que parezca, una buena planificación hará que nuestro potencial esté al máximo de su rendimiento. Para ello, es importante que la planificación sea personal (teniendo en cuenta la capacidad, la motivación, la dificultad, las costumbres), realista (planificar desde la realidad y no desde el deseo), flexible (dejar un margen de tiempo para imprevistos).
    1. Planificación de una sesión de estudio: el primer momento de estudio es el más adecuado para realizar las tareas de dificultad media, a continuación, aquellas tareas de dificultad máxima y, por último, las más fáciles que requieran menos esfuerzo y concentración, como por ejemplo los repasos.
    2. Planificación a corto plazo: tiene en cuenta fechas señaladas como exámenes, entrega de trabajos y otros acontecimientos, ya sean académicos o no.
    3. Planificación a largo plazo: a modo de horario o agenda. Tiene que incluir actividades académicas, períodos de estudio personal, compromisos sociales, actividades de ocio. Hay que anotar las causas de incumplimientos.
  1. Descansos: no hacerlos en los períodos de máxima concentración; no lo utilices para realizar actividades que te hagan perder la concentración (ver TV, mantener una larga conversación, etc); haz ejercicios de relajación y concentración; se recomienda 5 o 10 minutos de descanso a la hora, y 20 o 30 minutos a media mañana o media tarde.
  1. Fases del estudio: lectura rápida (para conocer de qué va el tema de estudio), lectura más pausada y subrayado del libro (lo más importante), esquematizar según lo subrayado (con diferentes colores), subrayar el esquema (con los mismos colores de antes), estudiar el esquema (escribiéndolo una y otra vez).
  1. Potenciar la memoria: utilizar imágenes mentales y regalas nemotécnicas, técnicas de relajación, repetición, organización y clasificación, estudiar todos los días (llevar la fase de estudio al día según lo aprendido en clase), comprensión, descansar adecuadamente.
Aunque parezca extraño, el estudio no tiene por qué ser un proceso largo y tedioso; podemos hacerlo atractivo y con ritmo. Esto hará que nuestra mente esté predispuesta a aprender y, por tanto, le cueste mucho menos trabajo.
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