El motivo de incluir esta película dentro de las que me han generado algún tipo de sensación especial es por tratar un tema tan interesante y desconocido como la mente humana. El poder de la manipulación mental y del subconsciente es algo que siempre me ha fascinado.
Sigmund Freud, fue el precursor de la teoría del subconsciente y del sueño. Defendía que, cuando dormimos, la parte de nuestra mente que está activa es ese subconsciente, esa faceta incontrolable de nuestro cerebro que nos hace fantasear de manera aterradora en muchas ocasiones.
Además de recrearse en unos efectos especiales geniales que nos permiten adentrarnos en un mundo irreal, la película tiene como finalidad advertirnos de un riesgo del que no estamos exentos ninguno de nosotros: cuando manipulamos la mente de otra persona, podemos llegar a generar en ella sensaciones e ideas que no se ajustan a la realidad (aunque la persona las viva de esa manera). Este tipo de comportamiento, si llega a ser continuado y estable en el tiempo, afecta de manera directa a la seguridad y autoestima.
La persuasión es muy distinta a la manipulación; cuando persuadimos, no estamos buscando hacer ningún daño a la otra persona. No es nuestro objetivo. Pero cuando manipulamos, sí lo hacemos. Por tanto, hay que saber distinguir claramente ese límite delicado que existe entre ambos conceptos para evitar desarrollar un comportamiento que perjudique seriamente a la otra persona.
Origen
Dirección: Christopher Nolan.
Año: 2010
Reparto: Leonardo DiCaprio, Ken Watanabe, Joseph Gordon-Lewitt, Marion Cotillard.
Sinopsis: Dom Cobb (DiCaprio) es un experto en el arte de apropiarse, durante el sueño, de los secretos del subconsciente ajeno. La extraña habilidad de Cobb le ha convertido en un hombre muy cotizado en el mundo del espionaje, pero también lo ha condenado a ser un fugitivo y, por consiguiente, a renunciar a llevar una vida normal. Su única oportunidad para cambiar de vida será hacer exactamente lo contrario de lo que ha hecho siempre: la incepción, que consiste en implantar una idea en el subconsciente en lugar de sustraerla. Sin embargo, su plan se complica debido a la intervención de alguien que parece predecir cada uno de sus movimientos, alguien a quien sólo Cobb podrá descubrir.