No creo que exista un término del que se haya hablado tanto como el sexo. Desde los orígenes del hombre, se ha convertido en una palabra “tabú” para muchas sociedades y culturas. Según dicen, “el sexo es el motor del mundo”; otros afirman que “es el amor el generador de energía en el ser humano”. De cualquier manera, cuando hablamos de sexo, todos reaccionamos de una manera diferente que cuando nos referimos a cualquier otro tema de conversación; hay quienes se tensionan, quienes se aíslan,…,y muy pocos, los que se relajan.
Nos guste o no, el sexo forma parte de nuestras vidas y, mucho más, de la relación de pareja. No tenemos que sobrevalorarlo ni quitarle importancia; tiene la que se merece dentro de una relación afectiva. Por tanto, nuestra labor es determinar qué importancia y qué tipo de sexo es el adecuado en una pareja.
Hay quien piensa que los límites están claros: “todo lo que la pareja acepte”. Pero cuidado con dicha afirmación. No podemos dejar al arbitrio de las dos personas los límites de una relación sexual. ¿Si esa pareja ha decidido que para tener relaciones sexuales es necesarioincluir a una tercera persona, no es dependencia? Una cosa es querer algo y otra cosa es necesitarlo. Y cuando hablamos de un instinto tan primario como el sexo, hay que tener precaución, porque algo tan simple como diversificar las preferencias sexuales, puede convertirse en una adicción.
Lo que sí es cierto es que muchas parejas tienen conflictos por esta faceta. No podemos olvidar las diferencias existentes entre hombres y mujeres, y su necesidad de satisfacción sexual. No quiero catalogar ni determinar a las personas, pero normalmente (y esto es sabido por todos), la mayor necesidad sexual la presentan los hombres, generalmente. Esto genera multitud de conflictos entre las componentes de la pareja que, en muchas ocasiones, terminan por disolver la relación.
El sexo tenemos que entenderlo como una consecuencia y no como una causa. No podemos pretender que nuestra pareja quiera o tenga necesidad de nosotros si existe un ambiente de peleas, reproches, enfados y conflictos constantes. Parece ser que el varón es más propenso a deslindar sexo y relación emocional, mientras que la mujer los interpreta, generalmente, como indisolubles.
Si hemos tenido una pelea en la que nos hemos acusado sin medir lo que decimos, ¿cómo podemos pretender que queramos relaciones sexuales? Nuestra obligación es esforzarnos en que la pareja sea estable, en hacer que la otra persona sea feliz, en preocuparnos por nosotros como pareja, etc. En definitiva, nuestro objetivo no es presionar ni forzar a la otra persona, sino buscar que el estado emocional de la misma sea estable y sano; y será entonces, cuando el sexo surja de manera espontánea.
hay parejas que lo unico que les funciona es el sexo, y todo lo demas es un caos, es decir, dentro de un mal ambiente, es el unico nexo donde se entienden, e incluso despues de una trifulca, se da el sexo mas intenso, no es que sea un modelo a seguir, pero es uno de tantos.
Lo que aun no entiendo es el motivo que subyace tras una persona, que manifiesta tener buen sexo con su pareja, pero la mayor parte del tiempo lo reprime, teme dicho encuentro y cuando se da lo reconoce como algo satisfactorio.
Lo normal es que cuando algo gusta, se quiera mas de eso, como una vez me dijeron, pues para algunas personas no funciona asi, tienen un freno puesto, que ni ellos mismo saben a que obedece.
Tal vez el resumen a todo esto, se pueda contener en la pregunta, ¿cuales son los motivos o causas principales que una persona reprima su sexualidad estando en pareja?
Partiendo de la base que no ha existido ningun tipo de abusos en su infancia, y ni trauma por el estilo.
Una vez pregunte a alguien, cuando sientes que emocionalmente te acercas demasiado a la persona que es tu pareja, sientes la necesidad de pararte y frenar porque te da miedo acercarte demasiado, y me contesto que asi era.
saludos, Miguel
Es muy difícil determinar los motivos de un comportamiento así. No hace falta que haya traumas infantiles para que una persona genere ese rechazo. Sin duda, uno de ellos pudiera ser el miedo a una implicación mayor en la relación.
No obstante, sea el motivo que sea, y teniendo en cuenta la importancia que supone en la pareja, habría que determinarlo y no dejarlo pasar.
Un tema muy interesante. Es para tener largas charlas sobre ello. Para mí está claro que el sexo es una consecuencia.
yo tambien lo veo así.
¿y cual podria ser uno de los motivos por el cual una persona siente miedo a una implicacion mayor en una relacion?, supongo que habra varios.
asi mismo de donde nace la necesidad constante para algunas personas, de tratar de definir una relacion a cada instante, somos pareja, somos novios, somos amigos, que somos?
cuando entiendo que toda relacion se da al margen de toda definicion, pero hay quienes necesitan definirla constantemente, ponerle un titulo como si fuese una pelicula.
Normalmente, esos comportamientos ocurren por inseguridad; la persona necesita saber qué son, qué papel juega en la relación, etc. Este tipo de actitudes le generan tranquilidad y hacen que su entrega sea mayor.
Hola Alejandro,
Encontré tu web y tu blog por casualidad y me gustaría darte la enhorabuena por los artículos, me parecen muy buenas reflexiones.
También me gustaría plantearte una situación respecto a este artículo en concreto.
Llevo varios años de relación con mi novia y desde el principio nuestras relaciones sexuales no han funcionado muy bien… Yo el primer día sufrí el temido "gatillazo" y desde ese momento todo fue empeorando, pasaron varios años en lo que la cosa cada vez iba a peor, intentaba evitar el tema por miedo, me sentía incómodo si nos quedábamos solos, etc, hasta que un día decidí como última opción ir a un médico, me dijeron que no tenía nada físico y entonces me atreví a ir a un psicólogo.
No realicé una terapia concreta, solo 2 o 3 sesiones, pero es verdad que a partir de ahí la cosa empezó a mejorar, aún así sigo teniendo rachas.
Ya hace tiempo que "no fallo" pero siempre está ahí el miedo que me crea inseguridad y además me impide innovar…me gustaría y se que a ella también, probar cosas nuevas pero cuando pienso que me voy a salir de lo que tengo controlado….no soy capaz.
Por lo demás, nuestra relación funciona perfectamente y va todo genial, y ella con el tema siempre me ha apoyado y ha sido muy comprensiva, aunque es cierto que también le ha afectado en muchos momentos por pensar que era culpa suya porque no me atraía lo suficiente, etc…
¿Es normal? ¿Crees que con terapia esto podría desaparecer o mejorará pero siempre estará ahí?
Muchas Gracias y de nuevo enhorabuena por tus artículos.
Gracias por tus palabras.
Sobre lo que me comentas, decirte que con terapia se pueden llegar a controlar esos síntomas de manera casi total. Tendríamos que comprobar qué tipo de trabajo se hizo y qué quedó pendiente.