Y a pesar de tantas escuelas, teorías, religiones y paradigmas, sigo encontrándome en la consulta a muchas personas que aseguran no haber experimentado dicha sensación de manera continuada. Es más, interpretan la felicidad como un estado pasajero de tranquilidad y alegría que, normalmente, coincide con una época de ausencia de problemas.
Desde mi entender, la Felicidad es mucho más que eso (o menos, según se mire). No podemos pretender tener ausencia de males físicos y psíquicos, abundancia de dinero y el trabajo que nos gusta (en nosotros y en nuestro entorno) para sentirnos feliz. La persona tiene que entender que el punto de partida no puede ser ese, sino todo lo contrario, es decir, lo normal no es estar sano, sino no estarlo; o tener dinero, sino estar limitado,…La mayoría de las personas piensan del por qué tenemos que padecer un enfermedad, o tener problemas económicos, o no tener trabajo. Pero esas son situaciones que nos ocurren a todos, en nuestro alrededor, y que siempre existirán. Forman parte de la vida. Por tanto, no podemos pensar que es algo ilógico, sino habitual. Eso hará que, cuando ocurran, nuestros recursos mentales no se vean tan limitados y nuestra capacidad de recuperación sea mayor.
Ni la salud, ni el dinero, ni el trabajo dependen exclusivamente de nosotros. Nuestra responsabilidad en esas facetas es limitada. Por tanto, no podemos poner en ellas la esperanza para ser feliz.
Estoy convencido que la Felicidad puede ser un estado habitual de la persona, que fluctuará, en mayor o en menor grado, en función de la alegría, pero que tiene que tener un nivel basal alto. Para ello, las claves de esa estabilidad son:
1.- Disfrutar de cada momento como si fuera el último. No nos podemos permitir el lujo de no extraerle el «jugo» a cada situación que vivamos.
2.- Relativizar las cosas negativas que nos ocurran. De toda situación se puede sacar el lado positivo o menos negativo.
3.- Marcarnos ilusiones semanales. El ser humano se mueve por motivaciones, sean las que sean.
4.- Disfrutar de los amigos y mejorar la vida social. Es la mejor manera de oxigenar nuestra mente.
5.- Aprender algo novedoso. Ayuda a mejorar la autoestima y a tener nuestra mente ocupada.
6.- Disfrutar del amor y el sexo. Necesitamos querer y ser queridos en todas sus manifestaciones.
En definitiva, no es tan complicado ser feliz. No puede serlo.
Si tuviéramos que tener una filosofía de vida a aplicar en este terreno, sería: valorar mucho más todo lo que tenemos y no sentir que necesitamos lo que no tenemos.
Desde que leí tu artículo sobre la felicidad pensé en poner aquí mi último "ejercicio" de reflexión que creo está muy relacionado con la manera, casi exclusiva, de conseguir la felicidad a través del cambio personal…
"…Han pasado muchos días, demasiados…Y este paréntesis ha sido como recorrer, desde la soledad, una larga travesía de reflexión y autoanálisis interior. Seguramente necesitaba este momento, seguramente necesitaba observar mi presente, reconocer mi “nueva vida”, mi nuevo “yo”, esa nueva montaña donde ahora me sitúo y desde la que veo la vida de una forma tan diferente…! Una posición extraordinariamente privilegiada, llena de virtudes y capacidades nuevas desde la cual, poder ser verdaderamente consciente del tremendo cambio experimentado a lo largo de la terapia…
Se que esta nueva posición, no me protege ni me exime, en ningún momento, de las experiencias, más o menos dolorosas, por las que he tenido, tengo y seguramente tendré que caminar a lo largo de mi vida… se que siguen estando ahí, y otras llegarán, pero ahora veo que todo es diferente… lo sé porque soy yo la que soy diferente..
Nunca negaré que hay días donde creo no tener fuerzas suficientes, donde el trabajo de lucha por apartar esos pensamientos negativos, que apuntalan sólidamente los recuerdos, es realmente agotador, extenuante, me suponen un desorbitado desgaste emocional y mental… pero ahora sé que solo hay un camino, se que solo desde mi actitud, desde ese mayor conocimiento de mi propio yo en el que ahora me encuentro, utilizando mis propios recursos, puedo conseguir superar estos momentos…
Hasta ahora, es como si hubiera estado viviendo desde la ignorancia más absoluta en materia de comportamientos y actitudes emocionales. Desconocía tantas cosas…, de las relaciones sociales, de los lazos familiares, de la amistad, de mí… Desconocía que existe otra manera de vivir, de ser, de afrontar la vida, de relacionarme con los demás… una manera que creo mucho más inteligente, muchísimo más positiva y enriquecedora, en definitiva, una manera mucho más verdadera de ser feliz y de hacer feliz a los demás.
Lo realmente mágico es que, ha sido precisamente la experiencia más traumática que hasta ahora he tenido que recorrer, la que me ha dado a su vez la posibilidad de experimentar este afortunado y positivo cambio en mí. Sólo desde la soledad y el dolor experimentado, desde ese fondo al que pareces haber caído para siempre, he podido conseguir saltar a este otro lugar, un lugar donde tu actitud ante la vida toma el papel protagonista, donde solo tú decides cómo quieres sentirte, donde tu felicidad sólo depende de ti… A veces me he preguntado, qué hubiera ocurrido si mi vida no hubiera nunca dejado de ser tan lineal y superficialmente feliz como yo creía que era… La respuesta, se que pronto me llevará a la afirmación más firme y convencida de alegrarme y sentirme agradecida por haber pasado por una experiencia tan negativa y dolorosa…
Aún así, no es fácil tampoco “vivir” aquí… No todo el mundo, entiende este nuevo lenguaje que ahora “hablo”, no todo el mundo distingue y valora los nuevos “colores” con los que ahora pinto mi vida… La mayoría, muestran la mayor de las incredulidades, ni siquiera se permiten la duda sobre la realidad de la transformación personal. La verdad es que creo que siempre seguiré sintiendo ese halo de soledad del que no podré desprenderme jamás, pero al menos ahora es diferente, ahora soy yo la que elige cómo quiero definir y valorar esa soledad…
A veces sueño con el futuro, me ilusiono fácilmente con lo que aún me queda por vivir, me emociona pensar convencidamente que lo mejor de mi vida está aún por llegar… sé que es así, porque aunque vengan los mismos días, las mismas gentes, las mismas situaciones, los mismos problemas e incluso peores… yo ya los veré diferentes, yo haré que sean más bonitos, más positivos y se que me harán más felices… por eso sé que cada día que amanece puedo conseguir que sea muy especial para mí, a pesar de todo lo que pueda ocurrir…"
Sin duda y, como sabes, eres de las personas que más pueden aportar sobre dicho tema. Eres el ejemplo personificado de cómo se puede llegar a ese estado mediante el esfuerzo, la constancia y la inteligencia emocional.
Sigo pensando que la recompensa a todo ese esfuerzo, está por llegar.
Gracias por la ilusión que encuentro siempre en tus palabras…